Sufrir en silencio, el suplicio de las mujeres gestantes frente a la violencia obstétrica
La violencia obstétrica es una forma de violencia de género presente principalmente en los sistemas de salud público de la mayoría de países en Latinoamérica, sin quedar exentos otros países del mundo. Este tipo de violencia es frecuentemente invisibilizada y muchas veces normalizada (*).
En Nicaragua la violencia obstétrica tiene un impacto significativo en la salud sexual y reproductiva de las mujeres, así como en sus derechos humanos fundamentales, debido a la falta de regulación jurídica y otros factores como el poco conocimiento en derechos tanto en las mujeres como en el personal médico, poca inversión en salud integral para las mujeres, además de la falta de sensibilidad y empatía.
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Un reciente estudio evidenció que muchas mujeres que acuden a controles prenatales y partos en centros de salud y hospitales del país desconocen el término «violencia obstétrica». El estudioreveló que 7 de cada 10 mujeres se sintieron maltratadas por el personal médico cuando asistieron a los centros hospitalarios en búsqueda de atención. De igual forma 6 de cada 10 mujeres confesaron haber experimentado miedo, inseguridad, abandono y soledad.
La violencia obstétrica no puede separarse de la violencia de género, ya que afecta exclusivamente a las mujeres y se manifiesta en la relación de subordinación entre las pacientes y el personal de salud. Esta relación de poder coloca a las mujeres en una situación de vulnerabilidad, agravada por la sobrecarga de trabajo, las carencias en los sistemas de salud, y la falta de un enfoque basado en derechos y en la equidad.
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Diversos estudios cualitativos y testimonios de mujeres que han vivido esta forma de violencia han evidenciado que esta es recurrente según la experiencia de muchas pacientes. Durante el proceso de parto, la insatisfacción con la atención recibida es común, y muchas mujeres reportan haber sido víctimas de maltrato, el que se expresa en la falta de información, poca autonomía en la toma de decisiones e impedimentos para expresar sus emociones. Además, se ha documentado que los médicos frecuentemente no solicitan ni respetan el consentimiento de las pacientes para ciertos procedimientos, lo que contribuye a un trato deshumanizado que se caracteriza por violencia verbal y física, acciones negligentes, entre otros.
En 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS), emitió una declaración en la que condenael maltrato físico, la humillación, la agresión verbal y los procedimientos médicos no consentidos. La organización global reconoció que estas formas de violencia pueden poner en grave riesgo el derecho a la vida, la salud y la integridad.
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A lo largo de esta serie de podcast que comprende tres episodios, exploramos cómo la violencia obstétrica se manifiesta como un problema de salud pública y de violencia de género, y abordamos los desafíos para combatir esta problemática invisibilizada, normalizada y no regulada legalmente en una sociedad cada vez más carente de valores, humanismo y empatía.
(*) Publicación original de Radio Voz, con el apoyo de La Sala, mujeres en la redacción