Nicaragua: Periodistas independientes enfrentan nuevas tácticas de censura y persecución en 2025

La Fundación por la Libertad de Expresión y Democracia (FLED) reveló en su informe trimestral (enero-marzo 2025) un cambio en las tácticas para silenciar al periodismo independiente en Nicaragua. El régimen ha sustituido la censura frontal por amenazas sutiles, hostigamiento digital y la propagación del terror.
Durante el primer trimestre de 2025, FLED documentó 26 violaciones a la libertad de prensa: 20 contra periodistas individuales y 6 contra medios de comunicación. Sin embargo, la fundación advierte que estas cifras representan solo una fracción de la realidad, ya que muchas víctimas evitan denunciar por temor a represalias.
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El exilio forzado continúa siendo una constante. En estos tres meses, al menos seis periodistas más abandonaron Nicaragua, elevando a 289 el número total de profesionales de medios exiliados desde abril de 2018. De este total, el 61.6% son reporteros y periodistas, evidenciando su particular vulnerabilidad.
La precariedad económica se ha convertido en otro desafío crítico. FLED reporta que 89 periodistas han tenido que complementar su profesión con otras actividades para subsistir desde inicios de 2024. Solo en el primer trimestre de 2025 se registraron 32 nuevos casos, la cifra más alta hasta ahora. Una periodista exiliada en Costa Rica testimonió: «Decidí junto a mi esposo trabajar en servicios de entrega a domicilio, que no tiene nada que ver con mi profesión, pero no hay de otra».
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En el ámbito digital, el gobierno ha implementado nuevas restricciones bloqueando medios que operan bajo el dominio «.com.ni», afectando a importantes plataformas como Confidencial, La Prensa y 100% Noticias. Esta medida fue ejecutada por la Universidad Nacional de Ingeniería, administradora de los dominios nacionales.
Paralelamente, persisten formas tradicionales de represión: asedios a viviendas, intimidaciones y las denominadas «visitas de puntualización de objetivos». Las detenciones arbitrarias continúan, como evidencia la captura del periodista jubilado Irving Guerrero Montes el 9 de febrero, sumándose a otros tres comunicadores detenidos bajo condiciones de desaparición forzada.
Campaña de desprestigio persiste
La campaña de desprestigio contra la prensa independiente sigue siendo una herramienta constante. FLED documentó 14 casos de discurso estigmatizante, convirtiéndose en la violación más frecuente durante este período.
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Sorprendentemente, los periodistas de medios oficialistas también sufren restricciones y censura. Tienen prohibido interactuar con periodistas independientes, deben retransmitir contenido propagandístico y no pueden abrir micrófonos para participación ciudadana.
El informe también destaca el grave desgaste psicológico que enfrentan los periodistas debido a la represión, vigilancia constante y aislamiento social. Esta situación afecta tanto a quienes permanecen en Nicaragua como a los exiliados, quienes además deben lidiar con incertidumbre migratoria y presiones económicas.
Respecto a los perpetradores, FLED identificó 27 agresores en los 26 casos documentados. Los actores estatales fueron responsables de 20 casos, seguidos por paraestatales con 4 casos, confirmando que «el gobierno continúa siendo el principal agresor de la prensa independiente».
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Ante esta situación crítica, FLED hace un llamado urgente a organizaciones defensoras de la libertad de expresión y a la comunidad internacional para actuar frente a la crisis del periodismo nicaragüense. El informe concluye que en Nicaragua se evidencia una «estrategia de control que combina violencia simbólica con acciones directas», donde el régimen constantemente adapta sus métodos para silenciar las voces críticas.