Hijos de presos políticos viven «orfandad forzada» en Nicaragua

Un reporte del Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas revela que 39 menores están afectados por el encarcelamiento de sus padres
En el marco del Día del Niño, el Mecanismo para el reconocimiento de personas presas políticas de Nicaragua denunció que cientos de niños y adolescentes en el país enfrentan «una realidad dolorosa: la ausencia de sus padres, injustamente encarcelados por razones políticas».
El organismo reveló que actualmente «20 de los 52 presos políticos son padres o madres de menores de edad, con un total de 39 hijos e hijas afectados por su encarcelamiento», quienes viven lo que el reporte califica como una «orfandad forzada».
Traumas profundos y violaciones a derechos fundamentales
Según el Mecanismo, las detenciones arbitrarias «no solo quiebran la libertad de los adultos, sino que pulverizan la estabilidad emocional y económica de los hogares». El reporte, documenta que «muchos de estos niños fueron testigos directos de allanamientos brutales y la confiscación de sus pertenencias, incluso sus juguetes».

Estas experiencias han generado «cuadros de estrés postraumático severo» en los menores, según el análisis. «El miedo a la autoridad, como la policía, es recurrente, con relatos de niños pequeños que mojan sus camas al ver uniformes», detalla el informe.
Se señala múltiples violaciones a la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por Nicaragua. Entre las principales vulneraciones documentadas están la restricción del contacto familiar, donde «muchos menores tienen prohibidas las visitas, e incluso el intercambio de cartas o dibujos» con sus padres encarcelados, lo que el reporte califica como «una forma de tortura psicológica».
En el ámbito educativo, se registra «una baja significativa en sus rendimientos académicos» debido al «asedio y hostigamiento policial en los centros escolares», lo que «crea un ambiente hostil que dificulta su desarrollo educativo».
Las evaluaciones citadas en el documento revelan casos alarmantes: «Se han diagnosticado casos de depresión severa en niños de tan solo cuatro años, manifestada en tristeza profunda, insomnio y aislamiento social». El reporte describe cómo «niños antes alegres y con buen desempeño académico muestran un descenso abrupto en sus calificaciones y cambios drásticos en su comportamiento» tras la detención de sus padres.
El Mecanismo enfatiza que «los hijos e hijas de los presos políticos no son meros espectadores; son víctimas directas de una represión estatal que no respeta edades ni límites». La organización hace un llamado a la comunidad internacional para que «fije su atención en las infancias nicaragüenses» y reitera su demanda por «la liberación de todos los detenidos arbitrariamente, enfatizando la catástrofe humanitaria que esto representa para las familias, especialmente para los menores».
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El Mecanismo de reconocimiento para las personas presas políticas concluye que para estos niños «el verdadero festejo solo llegará cuando puedan crecer en libertad, con sus familias unidas y sus derechos plenamente respetados».