Iglesia católica regional se reúne para enfrentar crisis humanitaria migratoria

** Del 18 al 22 de agosto, el país centroamericano recibirá a obispos y agentes pastorales de toda América para abordar la crisis humanitaria que atraviesa la región.
Costa Rica se prepara para convertirse en el punto de encuentro más importante de la pastoral migratoria en América Latina y el Caribe. La Duodécima Reunión de Obispos y Agentes de Pastoral de Movilidad Humana de Norte, Centroamérica y el Caribe se desarrollará bajo el lema «Una Iglesia migrante con los migrantes», en un momento crítico donde la situación migratoria regional «se ha calificado como una de las principales crisis humanitarias del mundo», según indica la Conferencia Episcopal de Costa Rica.
El evento se realizará en la Escuela Social Juan XXIII, ubicada en Dulce Nombre de la Unión, Cartago, y contará con la participación de figuras de alto nivel como el cardenal Fabio Baggio, subsecretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, y el cardenal Álvaro Ramazzini, presidente de la Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas (Red Clamor) del Celam.
«La migración es una realidad que como cristianos no podemos ignorar. En la Iglesia oramos, acompañamos y generamos acciones coordinadas a favor de los migrantes, para que se reconozca su dignidad como hijos e hijas de Dios», afirmó monseñor Daniel Francisco Blanco Méndez, obispo auxiliar de San José y presidente de la Comisión Nacional de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, en un video mensaje difundido previo al encuentro.
OSMECA: cinco años fortaleciendo la respuesta regional
El protagonismo de Costa Rica en este encuentro no es casualidad. El país alberga la presidencia del Observatorio Socio Pastoral de Movilidad Humana de Mesoamérica y el Caribe (OSMECA), una instancia creada hace cinco años que «se ha convertido en un referente para desarrollar procesos de sensibilización e incidencia regional en materia migratoria», según el comunicado oficial de la Conferencia Episcopal costarricense.
OSMECA, dirigido actualmente por el padre Gustavo Meneses de la Diócesis de Puntarenas, trabaja «en conjunto con el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, la Red Clamor y el Centro de Gestión del conocimiento del CELAM», con el objetivo de «fortalecer a las iglesias locales en sus respuestas para la atención pastoral del flujo migratorio, bajo un enfoque regional y luchar contra lo que el Papa Francisco llamaba ‘la globalización de la indiferencia'».
Una carta pastoral como hoja de ruta
La jornada de cinco días tendrá como eje central de análisis la Carta Pastoral «Lo vio, se acercó y lo cuidó», publicada por el Secretariado Episcopal de América Central (Sedac) en noviembre de 2024. Para monseñor Blanco, «el objetivo es que este documento no se quede en letra muerta, sino que sea guía concreta para la acción pastoral».

Los delegados de las conferencias episcopales participantes «compartirán experiencias, escucharán testimonios y plantearán caminos comunes de acción», en una dinámica que busca generar respuestas coordinadas ante un fenómeno que trasciende fronteras nacionales.
«Pidamos que nuestras decisiones y acciones comuniquen el amor de Dios y nos hagan más sensibles al sufrimiento de nuestros hermanos migrantes«, concluyó monseñor Blanco, reflejando el espíritu que guiará esta importante cita regional que posiciona a Costa Rica como referente en la pastoral migratoria centroamericana.