LUCHAMOS CONTRA EL DEMONIO MISMO EN NICARAGUA

La Fundación Nicaragüense Americana celebró este 18 de abril una Santa misa y oración por Nicaragua, Monseñor Rolando Álvarez y los aún presos políticos. La homilía estuvo presidida por el Reverendo Pedro Bismarck Chaw en la iglesia San Jerónimo de la ciudad de Houston, Texas en el que participaron más de 200 personas de la comunidad hispana. 

Durante su homilía el reverendo Chaw recordó el momento de su llegada a Estado Unidos como migrante en la década de los ochenta e invitó a los cristianos a mantenerse con fe, esperanza y fiel a Dios porque la oración es la mejor arma. “En este tiempo de Pascua en que celebramos la vida no perdamos la fe y la esperanza. Si permanecemos fieles a Dios, él va escuchar nuestro clamor, va escuchar a Nicaragua y la va a liberar de las garras opresoras.  Al igual que el pueblo de Israel que estaba desterrado y exiliado en tierras lejanas, este permaneció firme en la confianza de un Dios que los liberó y los retorno a la tierra prometida”.

Las emotivas palabras tocaron el corazón de los participantes en la misa quienes están viviendo la pesadilla de no poder visitar su país y ver sus familiares. “Te invito a que no pierdas la esperanza, ni tu fe. Continúa doblando rodillas pidiéndole a este Dios fiel que también libere a Nicaragua de los tiranos y opresores”.

“Así como Moisés que levantó la serpiente del desierto como prefiguración de nuestra salvación y liberación. Hoy levantamos nuestras voces en oración; el arma más poderosa que podemos usar. Hoy levantamos nuestras manos hacia Dios todopoderoso en señal de redención a él y a su santa y divina voluntad, porque esta lucha no es una lucha de carne, ni de sangre, es una lucha espiritual. Estamos luchando contra el demonio mismo en Nicaragua, queriendo sacar la fe, prohibiendo las procesiones católicas -tradiciones de Semana Santa-, sacando sacerdotes, expulsando hermanas que ayudan en las comunidades. Quieren callar la voz profética de la iglesia. Eso no va a pasar nunca”, enfatizó el reverendo Chaw. 

Nos unimos en un solo corazón, en una sola alma. Sufrimos con Monseñor Álvarez, todos los secuestrados y excarcelados políticos. Lloramos por las madres que han perdido a un hijo por querer la libertad. Nos unimos a los 222 desterrados. Abrimos nuestros corazones y nuestros hogares a cada uno de ellos. Elevamos nuestro grito por aquello que en Nicaragua no pueden, hasta que un día Nicaragua pueda ser verdaderamente libre.

Al cierre del evento eucaristico por Nicaragua Manuel Prado, de la Fundación Nicaragüense Americana agradeció el compromiso de la iglesia y compartió el momento histórico que le tocó cuando un sacerdote de la iglesia católica lo salvó de ser una las víctimas de la conocida Navidad Roja una operación sangrienta y violenta contra las comunidades misquitas de Tasba Pri en 1982. “Ahora a nosotros nos toca apoyar a la iglesia”, finalizó Prado. 

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